Do Pormouro Kennel
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Elegir un boyero de berna

Cachorro Do Pormouro

Antes de plantearnos tener al cachorro ideal de boyero de berna, debemos hacernos una serie de preguntas que podríamos resumir en:

 

¿Qué perro estoy buscando?: perro de raza, con o sin pedigree o un mestizo. Grande o pequeño. Pelo largo o corto. Cualquiera de ellos nos proporcionará fidelidad, respeto, cariño, a la vez que grandes satisfacciones.

Pero debemos tener en cuenta que un perro grande necesitará más espacio físico que uno pequeño. Su coste de mantenimiento (comidas, desparasitaciones, medicamentes...) será más elevado. Y por lo general, necesitará más ejercicio físico que los de menor talla. 

Los perros de pelo corto tienen un pelo relativamente fácil de mantener pero sueltan bastante pelo que se clava en todas partes. Por contra los perros de pelo largo necesitan cepillados muy frecuentes, hidrataciones más intensas y puede que algún arreglo de peluquería de vez en cuando

 

¿Quién desea compartir su vida con el perro?: el que está leyendo este artículo, su pareja, su familia... Un perro será siempre un miembro más de la familia y por este motivo debería ser aceptado y deseado por cada uno de los componentes de esa familia. No intente regalar una mascota sin el consentimiento de la otra parte porque podría resultar ser un regalo no deseado y por tanto no apreciado.

 

¿Cuándo podré tener perro?: un perro nos proporciona mucha satisfacción pero también conlleva obligaciones: tiempo para dedicarle, ejercicio físico regularmente, salidas diarias, visitas veterinarias, vacunaciones y desparasitaciones. Si nos pasamos mucho tiempo fuera de casa, nos cuesta llegar a fin de mes, no disfrutamos saliendo a pasear... deberíamos plantearnos que quizás no sea el momento adecuado para tener un perro

 

¿Cómo vamos a tener al perro?: apartamento, casa con jardín, finca... No sería muy lógico adquirir un yorky para vigilar una finca ni un pastor del cáucaso para un apartamento.

¿Dónde adquirir a nuestro futuro compañero/a?:

. Los refugios o protectoras siempre están atestados de candidatos ideales para quien desee adoptar, de raza o mestizos, de todos los tamaños, pelajes y edades.

. Propietarios particulares que han tenido camada y en ocasiones los regalan o vender a bajo precio. El riesgo es que podemos encontrarnos con cachorros de raza sin papeles ni pruebas genéticas de los padres (displasias, taras oculares, enfermedades hereditarias...) y no suelen tener conocimiento de las líneas de sangre de los progenitores ni, por tanto, de posibles defectos genéticos que puedan ser heredables por los cachorros.

. Criadores serios y responsables: de una o pocas razas, con un amplio conocimiento de la/s raza/s que crian, su estándar, sus líneas de sangre... Suelen acudir con regularidad a exposiciones y concursos caninos. No dudarán en facilitar todos los datos e información que les solicitéis de los progenitores, así como de sus pruebas genéticas, pedigrees e inscripción en libro de orígenes del cachorro.

Y también os asesorarán sobre la mejor elección del cachorro. Y es precisamente en relación a este punto, elección del cachorro, dónde tendrá respuesta la última pregunta que debéis plantearos:

 

¿Para qué o qué tipo de cachorro busco?: de compañía, o de exposición.

 

. La selección de un cachorro destinado para compañía no debería darnos demasiados quebraderos de cabeza. Debemos tener claro el carácter de la raza que hemos elegido y después el del individuo en particular. Si el cachorro va a convivir con más de una persona y, sobretodo, si hay niños, deberemos escoger al cachorro que sea más tranquilo y tienda más a la sumisión. En general deberá mostrarse alegre y despierto, juguetón y curioso. No nos fijaremos tanto en si las marcas de color están correctamente definidas o si sus angulaciones son más o menos marcadas, en definitiva, no nos debería importar aunque físicamente no sea tan ajustado al estándar. Debemos dar más importancia a su salud, y a su temperamento y menos a sus caracterísiticas físicas.

 

. La selección de un cachorro destinado para exposición y/o cría supondrá poner un poco más de atención a su morfología y características físicas, sin descuidar nunca el temperamento y por supuesto la salud. Para elegir un cachorro con potencial de ring debemos conocer bien su estándar. Es aconsejable haber acudido a exposiciones y concursos para conocer otros ejemplares de la raza y fijarnos bien en los ejemplares de alto nivel, su movimiento, su morfología, su manto, su actitud... (aunque en ocasiones se premia al más espectacular y no necesariamente al mejor, nos dará una idea aproximada de lo que buscamos, al menos físicamente).

Unas nociones básicas de génetica no nos vendrán nada mal así como conocer los diferentes problemas de salud y enfermedades hereditarias que se presentan en nuestra raza: displasias de codo y cadera, entropión y ectropión, prognatismo y enognatismo, mielopatía degenerativa... Y es por este motivo por el que se hace imprescindible que estudiemos los pedigrees, tanto en profundidad (antecesores: padres, abuelos, bisabuelos) como en amplitud (tíos, primos...) y nos fijemos en su longevidad y posibles afecciones hereditarias. Esto nos dará una idea de la “salud genética” de nuestro futuro cachorro.

Una vez decidido qué tipo de cachorro nos gusta más en atención a sus cualidades físicas, nos fijaremos en el temperamento de los que estarían acordes a nuestra selección. El nuevo cachorro deberá tener disposición para el ring, necesitará estar atento y tener “chispa”, alegría y ganas de comerse el ring (lo que los anglosajones llaman “sound”). Un perro correcto no significa necesariamente un futuro campeón pero esto unido a mucho trabajo y entrenamiento ayudará en gran medida y será la base de nuestra futura cría. Y recordad que ¡NO EXISTE EL PERRO PERFECTO!

 

Boyeros de Berna

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